El contraste de temperatura entre el día y la noche es idóneo para el desarrollo de nuestros cultivos.

Los días muy calurosos y secos durante el verano, se contraponen con las noches frías, lo que permite que la maduración de nuestras uvas sea muy progresiva y lenta. Este clima favorece la concentración natural del color de nuestras uvas, manteniendo una buena acidez y madurez, lo que nos permite obtener unos vinos con unas características organolépticas excepcionales.

Nuestros campos

La finca cuenta con una superficie de 1800 Ha, donde además de nuestras variedades de uva, tenemos otros cultivos propios como almendros (90 Ha), olivos (2 Ha) y cereales (600 Ha).

Descubre la superficie destinada a cada variedad de uva a través de nuestro gráfico interactivo.